¡29º de la Big Bowl!

Simplemente vivir una Big Bowl con Villanueva Black Storks, ha superado todas las expectativas que pudieran pensarse. Fin de semana histórico para el deporte extremeño y para nuestro club, e inolvidable sin duda para nuestros jugadores. Y encima nos llevamos un gran resultado para nosotros, 29º puesto de un total de 48 equipos participantes en la competición más grande y más dura de Europa, la Big Bowl XVII.

El fin de semana en Mörfelden-Walldorf nos ha regalado muchas cosas. Buenos partidos nuestros, emociones diferentes en la competición, además de disfrutar del mejor flag football continental y de conocer y relacionarse con muchos otros jugadores y equipos. También algo de turismo por Frankfurt y cinco días de pura convivencia entre jugadores de un equipo que sin duda es como una familia. Otra meta conseguida. Otro reto con el que se soñaba pero nunca se pensaba que pudiera hacerse realidad. Los Black Storks ya pueden decir que han jugado una Big Bowl entre varios de los mejores jugadores y equipos del mundo. Vivencias que seguro has podido disfrutar desde nuestras redes sociales.

Aquí vamos ya a contaros todo lo ocurrido en nuestros partidos. Teníamos un grupo bastante duro, y nuestro objetivo era sacar una o dos victorias que nos hiciesen luchar al día siguiente por la parte media baja de la tabla, y lo conseguimos. Y lo mejor, que nos vimos capaces de hacer mucho más.

Empezamos muy temprano el sábado, en el primer turno a las 8:00, ante los Ljubljana Frogs, club histórico de Eslovenia. Al descanso nos ganaban por 6-0. El cántabro Daniel Izquierdo de Bisons, interceptó el punto extra. El blitzer esloveno era enorme de tamaño y no dejaba al ataque soltarse en este primer duelo tempranero, aunque llegaron un par de veces a las últimas diez yardas. Incluso interceptamos los dos primeros drives, por medio de Daniel y de nuestro Joaquín Romero, dando muestra ya de la grandísima defensa que íbamos a tener todo el fin de semana. Pero no supimos aprovechar ninguna ocasión.

En la segunda parte, el ataque seguía nulo y los Frogs conseguirían un segundo touchdown ya determinante, con conversión de dos para el definitivo 14-0. A la postre, los Frogs finalizaron terceros de grupo y el domingo ganaron todos sus partidos demostrando su calidad para finalizar en la 17ª posición, la mejor de los equipos que quedaban fuera de Playoffs, de los octavos de final, a los que entraban los dos primeros de cada uno de los ocho grupos.

El segundo encuentro ya era uno de esos que debíamos competir para esas aspiraciones que teníamos. Jugábamos ante los alemanes de TV Losheim Lakers, pero el ataque siguió sin despegar aún en esta Big Bowl. Mientras la defensa no permitía ningún escollo, el ataque estaba fallando muchas ocasiones para poder estrenar ya el marcador, y al descanso no habíamos salido aún del empate a cero.

En la segunda mitad al fin conseguimos nuestro primer touchdown en esta Big Bowl, de Álvaro Aparicio, pero sin extra (6-0). La defensa seguiría resistiendo pero el ataque con alguna que otra falta en contra y poca variedad en el juego aún, se quedaba sin anotar más. Y al final llegaría el touchdown de los Lakers. Sobre los últimos segundos, anotaban para empatar a 6-6 en una jugada puro uno contra uno ante uno de nuestros defensores, que les salió bien. El extra point pudimos pararle y, aunque tuvimos una última jugada, el partido acabaría en tablas.

Tras este empate que supo a muy poco, nos tocaba enfrentar nada menos que al flamante campeón de Alemania, país que es el vigente campeón del último Europeo en 2023. Nos veíamos las caras con el club de Munich Spatzen, los cuales poseían mucha superioridad física sobretodo en altura de sus jugadores, con lo que la mayoría de sus touchdowns fueron ganándonos duelos en juego profundo. Al descanso vencían ya por 20-0, y en el segundo tiempo anotaron un par de veces más con extras de dos convertidos para un definitivo 36-0. El ataque dirigido por Víctor Calle era capaz esta vez de mover cadenas y avanzar yardas, pero era imposible buscar algún pase largo que desequilibrara algún drive, y no pudimos amenazar la endzone en todo el partido.

Los Spatzen resultaron ser uno de los candidatos al título de campeón de esta prestigiosa Big Bowl 2025. Llegaron hasta semifinales donde curiosamente les eliminaron el equipo de España, Team Chus, y finalizarían en el tercer puesto final.

Era turno del partido clave para poder evitar pelear al día siguiente por los últimos puestos de consolación. Enfrentábamos a Stuttgart Scorpions, quienes solo conseguirían vencer a Lakers. De ganarles seríamos terceros de grupo, si perdíamos, dependeríamos de la diferencia de puntos con los de Losheim por haber quedado en empate ante ellos. Y seguramente no iba a favorecernos. La primera mitad fue muy igualada, empezando sorprendiendo los Scorpions en su primer drive donde abrían el marcador aprovechando un fallo de nuestra defensa. Sin embargo, en este partido el ataque iba a ser por fin una baza a favor nuestra y, al menos, consiguió poner el empate con un touchdown de Álex Pastor antes del descanso (6-6).

Y en el segundo tiempo, la ofensiva se catapultó desde que Daniel conseguía una intercepción temprana en este periodo. Tras ella, se lograba un touchdown profundo a manos de César Cidoncha (12-6). Mientras la defensa seguía haciendo su espléndido trabajo, el ataque continuó dando puntos para despejar las dudas de esta primera victoria de un equipo extremeño en la Big Bowl. Al siguiente drive sumábamos touchdown y conversión del joven Joaquín Romero (19-6), y el triunfo parecía estar ya muy encaminado. Se terminó de certificar en la última posesión del partido, que era nuestra, donde conseguimos regresar a la endzone conectando Víctor Calle con Juan Gallego, y aportando el extra el joven Daniel, 26-6.

Nuestro trabajo ya estaba más que cumplido. A falta de un partido, ya íbamos a quedar matemáticamente terceros con una victoria, un empate y tres derrotas finales, mientras que Scorpions (34º puesto final) tendría un 1-4 y Lakers un 0-4-1. Finalmente el empate no influyó en nuestra clasificación de esta fase. Nos quedaba otro de los partidos más complicados, frente a uno de los clubes más laureados en su país, el vigente campeón de Italia, nación europea potencia del flag como Alemania. Nos tocaba… Arona 65ers. Para colmo, los italianos tenían el aliciente de que habían empatado a 6-6 ante Spatzen y se jugaban la primera plaza del grupo por la diferencia de puntos. Específicamente, si conseguían ganarnos por más de cincuenta puntos, serían cabezas de serie.

Por ello, los 65ers salieron al campo con toda la energía posible y evidentemente fueron una apisonadora desde el ataque. Este equipo que cuenta evidentemente con jugadores internacionales de su selección, nos pasó por encima, siendo imparables para nuestra defensiva con jugadores de enorme explosividad y gran habilidad para recibir en profundo, con un quarterback brillante que además podía correr. Era imposible, claramente ese no es nuestro nivel ni nuestra competición. Al descanso nos superaban por 24-0, tres touchdowns con dos extras de dos convertidos. Si hacían algo parecido en la segunda parte, iban a conseguir su objetivo.

Pero ya esa sería nuestra meta en este dificilísimo encuentro que igualmente, disfrutamos de tener la experiencia de jugar ante jugadores de gran experiencia mundial. Recordamos que Italia fue subcampeona de los World Games de 2022. Nos metieron otro touchdown, 32-0, y un golpe más, aunque logramos deflectar este extra point, 38-0. Pero tras ello, conseguimos avanzar y avanzar por el campo hasta llegar a las últimas yardas donde el joven jugador Ángel, de Pinto Goldbats, que nos acompañaba en esta aventura en la Big Bowl, lograba recibir dentro de la endzone para hacer el 38-6. Ya además logramos dejar muy pocos minutos en el reloj y entonces los transalpinos levantaron el pie del acelerador, pues la victoria la tenían más que asegurada y el objetivo del +50 ya era prácticamente imposible. Arona sería eliminado en octavos de final por el equipo mexicano Bootcamp y culminaron la Big Bowl en top ten, décimo lugar.

De esta forma, el domingo entraríamos en el bracket de consolación por las posiciones del 25 al 32. Ya estábamos más que orgullosos de este gran logro. Y aunque para el segundo día perdíamos a Álex Pastor (lesión de espalda) y a José Pilares (molestias de rodilla), fuimos de menos a más con los diez jugadores que teníamos y nuevamente culminamos la competición con gran sabor de boca.

En las primeras eliminatorias, Munich Sparrows, un segundo equipo de Munich Spatzen, superaba al combinado de México Serpientes por un emocionante 27-25. De aquí iba a salir nuestro siguiente contrincante. Los británicos de Nuola Pirates caían por 18-20 ante los germanos de Dramstadt Diamonds, y el también grupo británico Flaggin’ Ball Z se imponía por 21-0 ante los alemanes Würzburg Wombats. Estos eran todos los equipos que culminaron cuartos de grupo.

En nuestro duelo, nos veríamos las caras con el club alemán de Nürnberg Renegades. Y otra vez el primer partido y temprano, 8:30h, nos iba a pasar factura. Empezamos muy fríos el segundo día, recibiendo un pick six en los primeros compases del encuentro, (7-0) y fallando igual nuestro segundo drive ofensivo. Además, en defensa no estábamos rápidos y al descanso caíamos 14-0 tras un touchdown en ataque de estos Renegades.

En la segunda parte, una intercepción de Daniel Izquierdo, otra vez más nos impulsó. Y en ataque estrenamos nuestra cuenta con touchdown de nuestro amigo Álvaro Arjona, actual jugador de Osos Rivas, con extra point de Joaquín Romero (14-7). Habíamos conseguido volver a apretar el partido, y fuimos con todo a por la remontada. La defensa se portó en esta segunda mitad y consiguió mantener a cero su zona de anotación. Con ello, tendríamos un último ataque para buscar el empate tras parar un cuarto down y gol de los Renegades con un sack de Álvaro Aparicio. Pasábamos de medio campo, y llegaríamos fatídicamente al cuarto down tras un pase incompleto sobre la endzone. Finalizamos con una jugada de doble pase donde Joaquín lanzaría a Álvaro Arjona dentro de la zona de anotación, pero no consiguió capturar el balón y caíamos agónicamente ante estos Renegades. Con ello, los de Núremberg pasarían a las semifinales por las plazas del 25 al 28, y Black Storks al cuadro del 29 al 32.

En nuestro primer juego por esos partidos de consolación peleando entrar en el top-30, nos esperaban los México Serpientes. Curiosamente un duelo que teníamos pendiente de la pasada Winter Bowl, donde nos tocó en la fase de grupos ante este equipo pero por problemas del viaje no pudieron finalmente presentarse al torneo. Y aquí tendríamos el partido pendiente. Tras la dura derrota ante Renegades, esta vez salimos desde el inicio muy serios, y eso nos catapultó sin duda a la victoria. Abríamos el marcador con touchdown del joven Ángel (6-0). El ataque tenía soltura, estaba siendo bueno, y la defensa estaba seria y bien ordenada ante la constante amenaza de doble QB, el juego clásico de los mexicanos, cuna del flag football. Incluso nuestro blitzer Álvaro Aparicio iba a apuntarse un sack.

Nuestra defensa siguió bien en el segundo tiempo y el ataque cumplió una vez más, anotando por medio de Joaquín y dando oxígeno, 12-0. La conversión quedaba incompleta al irse un poco alto el pase dirigido hacia Álex León. En los extra points seguíamos de cruz, algo que nos costó todo el finde, y nos haría sufrir y vernos  apurados hasta el final. Los Serpientes se quisieron poner las pilas y dar la vuelta al partido, pero sería demasiado tarde. Finalmente consiguieron anotar y sumaron un  extra de dos que nos inquietaba, poniendo un resultado apretado de 12-8. Pero la ofensiva de Víctor Calle lograría gestionar el reloj una vez más y los americanos no tendrían tiempo para mucho más.

Así, lográbamos una victoria impensable ante un equipo mexicano, y que a su vez nos confirmaba finalizar en el top-30. Pelearíamos por el 29º puesto ante Nuola Pirates, que doblegaron previamente por 18-12 a los Wombats. Y era ya nuestro último enfrentamiento. Nuestra despedida de esta Big Bowl XVII.

Empezamos conservadores una vez más. Conseguíamos adelantarnos de forma exprés acabando la primera jugada en touchdown de Ángel que logró escaparse de los primeros placajes y correr sin objeción por todo el campo hasta rebasar la goal line. Pero los Pirates iban a responder, y sumar además el punto extra, para tomar el mando, 6-7. El ataque siguió tímido y no consiguió puntuar más.

En la segunda parte, una vez más una intercepción de la defensa sirvió para activar definitivamente a la ofensiva. En este caso el turnover era de Álvaro Arjona, tras lo que Víctor Calle conectaría con Daniel para touchdown y extra, 13-7.

La defensa se había puesto las pilas en esta segunda mitad con creces. Al margen de la intercepción de Arjona, estuvieron cerca de interceptar muchas veces y además no permitían el primer down. Una jugada clave fue un envío largo y muy peligroso que buscaron los ingleses, pero el experimentado Daniel Casado apretó, corrió y no se despegó de su marca, y el receptor no lograría recibir el pase. Tras ello, cambiaron de quarterback incluso, y nuestro ataque no tardó en volver a salir. Movieron las cadenas nuevamente con su juego corto, constante y progresivo, de usar todos los downs para cruzarse el campo, y lo demostraron nuevamente. Con una carrera final a seis yardas, Joaquín Romero nos hacía celebrar y mucho el marcador ya cómodo de 19-7.

En el último ataque de los Pirates, íbamos a cerrar nuestros últimos segundos jugando esta Big Bowl con una gran acción defensiva más. Nuestro blitzer incondicional Álvaro Aparicio persiguió y ahogó al quarterback dentro de su endzone hasta el punto que perdería el equilibrio y se caía, lo que significaba provocar un safety. Sumábamos dos puntos más, 21-7, recuperábamos la posesión y se hacía morir el partido. Alzábamos con ello con mucha ilusión un meritorio 29º puesto del ránking final de la prestigiosa Big Bowl.